La mariposa ozna-ozna

Súbitamente su corazón tuvo la sensación que aquella mariposa  que alrededor del fulgor de la vela sexualmente danzaba,con profunda galantería era albacea de todas las respuestas a los enigmas.
Que estudió el modo de como frenar los giros que a la verdad hacen las retorcidas mentiras.
La manera de evitar volver la vista atrás haciendo con ello no puedan moverse las saetillas del reloj, cuando las visita el tono rojizo del clarear de un nuevo día.
Que es poseedora del ungüento que se usa para restaurar el brillo de los ojos, que el llanto sin disculparse en mil pedazos fragmenta convirtiéndolo en ruinas.
De como mudar palabras hirientes que hacen al amor y a la felicidad trizas, en almíbar de taramindo
Prestidigitadora que con el batir de sus alas exilia de la mente promesas incumplidas, instantes que por miedo, partidas o distancias no se llegaron a convertir en plata fina.
Arrellanándose en la silla sintió como el alma se la encogía al comprender que las leyes que rigen a la vida mientras estuvieran basadas en sentimientos maniatados, en desamor, egoísmo, envidias, dudas, hipocresías, miedos, ambición y mentiras, hiciera lo que se hiciese para nada serviría, seguirían sembrando a su paso miradas extrañas, noches ausentes de baladas y poesías, lunas sin brillo, duelos, destrucción, sabanas vacías y frías.
Lanzó una mirada a la mariposa que ignorante a todo se esmeraba en seguir brindando al fulgor de la llama de la vela su arte colmado de sexualidad y sentimentalismo.
Y en ese mismo instante percibió
Que las seis patas de la mariposa saben que el amor no es una maquina que matemáticamente actúa.
Que se resta o se multiplica pero nunca jamás se divide, que para los sentimientos no existen metros que los midan.
Sus antenas, en que parte de el reposa la sal y el azúcar.
Su abdomen, que nunca ella y el fulgor eternamente se pertenecerían.
Que para sus cuatro alas delanteras cuentan los hechos no las palabras que la lluvia muda en papel mojado, al fuego en cenizas.
Que comprenden que no todo es completamente negro, ni completamente blanco, que nunca es demasiado pronto ni demasiado tarde , ni nadie es demasiado joven ni demasiado anciano, ni todo es tan bueno ni todo tan malo. Que nadie va completamente desnudo, ni completamente vestido.
Que la tierra siempre dispondrá de tiempo para cobijar a las almas sean ateas o creyentes, cuando de su abrigo precisan
Terminando su taza de café observó como el fulgor de la llama de la vela llegó a su fin y la frágil mariposa con tintineo en las alas cruzó el salón y desapareció tras la ventana dejando la estancia salpicada de puro amor, besos, sueños, mil y una fantasías, lujuria, cientos de versos firmados con seudónimo para salvaguardar la identidad del que los manuscribe con diligente y concisa taquigrafía.

Infinitas gracias querid@s amig@s por vuestro respeto y cariño.
ozna-ozna