La noche ataviada ozna-ozna

La noche descifradora de enigmas, ataviada con su azul chilaba
deambulaba sin rumbo por los bulevares
vanagloriándose de entre los dedos sostener las estrellas
rogando al ser tantas, la firma de sus iniciales no perturbar
De tener atesoradas en su tímida mirada millares de esperanzas
que a los corazones no quedarles fuerzas para seguir haciéndolas ondular en las crines del viento
las ascendieron a sus ojos color azabache, erizandole la piel con sus aromas uva, mango y miel.
Poniéndolas a salvo de la inhumana auscultación de lenguas viperinas
que a su paso solo siembran dudas y desolación, hacerlas convictas por solo ser guerreras luchando por subsistir
La noche con su negra melena larga con la esfera del reloj jugaba
columpiándose en sus saetillas, tratando de persuadirlo que le permitiera ponerlo del revés
Para que los tiernos momentos de infancia, el sabor de los besos que en la mocedad se beben con avidez, las lagrimas de emoción vuelvan a provocar en las entrañas la magia de sentir. Recobrar el coraje a las almas para en plena tormenta, abrir ventanas y puertas, trepar por cigüeñales, remontar montañas, Pasadizos y recovecos con los pies desnudos  recorrer.
Para que la autocracia enmascarada de democracia , desenredara su yerba venenosa de los bosquejos y los textos.
Para derribar su gris pegajosa telaraña con forma de embudo, y dejara de tener en ella atrapada la candelilla de la utopía, la fontana de la sapiencia de las palabras.
La noche insomne en el espejo del mar se reflejaba
ejerciendo sobre el, el sortilegio de la leyenda que ayuda a a escapar a los marineros de las tormentas,
de la perdición del canto de sirenas que les recuerdan que en su jugarse la vida, se rendirían algún día ante ellas
La noche ataviada con su azul chilaba, sabiendo que le queda poco tiempo para partir, se abraza a su amiga luna y recostadas ambas con la espalda en una nube de algodón blanca , contemplan del mundo su obra fantástica.
Jugueteando a conjurar la unión entre el tiempo y el espacio.
Mientras una mujer con profunda mirada, exenta de itinerarios y equipaje sentada en el banco de un parque, escribe sin remite ni destinatario un relato en cuartillas satinadas.
Un relato que trata de la acrobacia de la esperanza, de los quereres sinceros, del fulgor de la ilusión que lucha por no ser cubierto por el adormecedor conformismo , y seguir siendo el travieso danzarin que invita a aprender el adverbio de los verbos:  perseverar, amar y sonreír.

Infinitas gracias querid@s amig@s por vuestro respeto y cariño.
ozna-ozna