La hada (ozna)

La hada sonreía alegremente y traviesa salió detrás de la luna y se puso a jugar con las estrellas.
De pronto un sollozo débil y agudo rompió el silencio y la magia de la noche.
La hada confusa se sentó en la punta de una estrella y se puso a investigar con la mirada de donde procedía el triste lamento.
En un cuarto frío y en penumbra una amorosa madre acariciaba los tirabuzones rubios de su niño, que dormía plácidamente  ajeno al dolor y la maldad del mundo.
Aún faltaban horas para que los bellos tonos del amanecer bañaran su carita de ángel. Para que al abrir sus ojos sus ilusiones se desvanecieran en la nada. .
La madre incorporándose; con temblorosa mano desdoblo lentamente el papelito donde su niño había depositado sus sueños. 
Con las pupilas anegadas por el llanto se abandono dejándose arrastrar por las sombras del habitáculo.
De pronto el cielo y la tierra se suspendieron en el aire.
La hada bajaba en su auxilio aliada con los elementos,con un regimiento de estrellas 
Envolviendo a madre e hijo en reflejos de plata , vistieron sus almas de raso con color ocre del sol , con el azul de los mares .
Impregnando la habitación del aroma de los verdes bosques bañados con agua marina y de los manantiales.  
Con sus lagrimas formaron un estanque donde el sol con sus reflejos jugueteaba con el agua  y daba vida a  peces de colores irisados.
El viento hacía crecer sus alas y jugaba al escondite con las mariposas entre el ramaje de los árboles . 
El arco iris se rompía en mil pedazos convirtiéndose en guirnaldas de colores violeta, azul y pardo.
La luna presurosa pues el alba comenzaba a obsequiar su bellos colores ,  depositó a los pies del niño un bello conejito blanco .
La hada y su regimiento de estrellas agotadas pero felices por haber cumplido la misión de hacer realidad los sueños del niño iniciaron su regreso dejando su estela en el camino de nieve. 
Sentimiento de impotencia quedo tatuado en el corazón de la hada ; por ver como  hombres poderosos corruptos sin conciencia , mercaderes de  almas , orates de falsa falacia, anteponían sus intereses a las ilusiones y sueños de infancia.