poemas de amor body{ cursor:url(http://cuw.iespana.es/archivos/amor07.ani);} poemas de amor ozna ozna : Los gorriones y la madre Gaia © ozna-ozna

domingo, 17 de julio de 2016

Los gorriones y la madre Gaia © ozna-ozna

Los gorriones ofrecían su primer parpadeo de la mañana al sol, que perezoso sacaba sus rayos de su improvisada yacija .
Arribaban levantando sus frágiles alas con sus pequeños ojinos brillantes, hablando entre ellos un lenguaje colmado de vida, difícil de interpretar por el oído humano aquel epinicio.
Y ella tuvo la entelequia que aquellos huéspedes predilectos de Gaia, con sus saltitos ligeros tenían como cometido aliviar las penas que asfixian el alma, y les dedicó una afectuosa sonrisa.
Mientras los observaba deseo no pertenecer a aquel circo del día a día, del cual para asistir a sus payasadas, exigía pagar entrada , donde el dinero, la corrupción y el poder con gafas oscuras se adherían.
Sintiendo todo su ser que se ahogaba dentro de las saetillas, que estaba atrapado en aquella tela de araña con sus nauseabundos burocráticos hilos.
Que por mucho luchar contra los molinos de viento no distaba luz alguna al final del túnel.
Y ansío ser uno de ellos, libre, viviendo en estado salvaje, fiel a sus raices.
Aspirando el humo del cigarrillo, vio como trazando un arco en el cielo a cámara lenta, se sumergían en el espesor de una nube, para luego reaparecer sin titubear con trinos de jubilo, como si del miedo hicieran la burla.
Cual si regresaran de un pasado mítico.
Y de pronto la invadió el cansancio como si el esfuerzo del caminar de los años sumados al ruido silbante de la rutina, las noches sin sueño, los contratiempos del destino que la hicieron salir de su camino, para después de un gran rodeo hacerla volver al mismo, le pasaran factura.
Un rayo de sol hizo refulgir las alas de aquellos gorriones, y en aquel alarde de magnificencia de colores azafranados y marrones desplegándose le transmitieron el oxigeno necesario para seguir manteniendo el equilibrio.
Y cual si una mano anónima hubiera accionado un interruptor, sus sentidos comenzaron a sentir el cosquilleo del latido de una margarita que abría sus hojas por primera vez a la luz del día.
Aquellos frágiles gorriones le habían dado una lección, demostrando que aunque sujetos imperativos pensaran que lo tenían todo bajo su control y dominio por los siglos de los siglos, la madre Gaia catedrática en historia, de honradez acrisolada, soltando una sonrisa significativa, con ayuda de ellos, tildaría la vocal i y la consonante eme de lo imposible, para que así no llorara la alegría, la integridad y la armonía llegaran a ser factibles.

Infinitas gracias entrañables amig@s por a mis humildes letras vuestro respeto y cariño.
ozna-ozna
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