Sobre las tablas del escenario un banco de madera y en él tapado con cartones llora el silencio con el hambre a cuestas y barba atrasada.
Sin futuro, ni trabajo, ni casa.
Una muñeca con trenzas vestida de miseria mira entristecida el tic tac de las estrellas.
Columpios que al estar exentos de sonrisas de niños se han vuelto melancólicos y huraños.
Estanques que habiéndose ausentado la paz de ellos se han mudado en pantomima trágica, sus aguas en negros presagios
En la escena completando el reparto aparece un personaje repeinado con aires de importancia
Bajo el brazo un libro de leyes, y en la mano un rosario de plata.
Y al verlos como si tuvieran la peste de ellos se aparta.
Allí se quedan solos con gesto pensativo y de desesperanza
Condenados a no saber en que momento cuando la luna a las nubes adelanta a la Paz dejaron sin habla.
Del árbol de la conciencia se empezaron a desprender las hojas yendo a caer en charcos de agua embarrada.
Los pilares del teatro de la vida se agitan ante esta obra, donde el drama, la miseria y la realidad caminan de la mano.
Ante la hipocresía que no se vuelve a mirarlos a la cara.
Ante la cobardía que les da la espalda.
Infinitas gracias entrañables amig@s por a mis humildes letras vuestro respeto y cariño
ozna-ozna
