Solo a intervalos escuchabase el corazón de una loba, que ardía en ansias de confiarle su cachorro a la luna.
A la luna que pese a ser bellisima, no era ni orgullosa ni vanidosa.
¡¡¡ Que cansada se sentía ¡¡¡, pero convencida de que su cachorro estaba más que ella, reunía las pocas fuerzas que le quedaban, para infundirle animo mirándole dulcemente a los ojos.
No anhelaba más que una cosa. que aquellas facciones infantiles no cayeran en las garras de los depredadores que sin saber el motivo los odian.
La loba que apenas podía mantenerse en pie, sintió un estremecimiento por todo su ser, luchaba contra la muerte que cada vez veía más cerca la luz aciaga de su antorcha
¡¡¡ Como había tenido la ingenuidad de pensar que le perdonarían la vida ¡¡¡
De pronto apareció la luna envuelta en una nube, había decidido al escuchar aquel lastimero aullido, salir de su fortaleza silenciosa.
Se miraron largamente y ambas sintieron que estaban unidas por hilos sólidos.
En la lobreguez del bosque no se podían distinguir bien las cosas.
Solo a intervalos veiase a la luna que con expresión triste, conteniendo las lagrimas, redactaba el certificado de defunción de la loba.
A su cohorte de estrellas intentando reclamar la atención del cachorro, escribiendole en su idioma en la piel del cielo, de seres imaginarios, miles de historias.
Los ojos grandes de un búho manchado del norte. Incapaces de hallar sentido aquella trágica acción protagonizada con furia por un ser grotesco con alma amorfa, que en el lugar donde debía tener el corazón, tenía mazacote y bazofia.
ozna-ozna
