Sujetos, con chalina
movidos por el poder
cometen la aberración de exiliar
a las dos bellas Damas
Las voces del pueblo al no estar yuxtapuestas
no oponen resistencia, a tan bellaco agravio
a tan absurda negligencia
Los apelativos de las dos bellas Damas
quedan sumidos en tinieblas
Por ellas se marchitan las rosas de mayo
Sin consuelo llora la luna llena
y en la mar sus lagrimas se reflejan
De los vigías del bosque
la hiedra se apodera
El lápiz que escribe se entumece
El cerdamen que dibuja se reseca
Las manecillas del reloj
de hacer cumplir su misión
de acallar al silencio
cesan
Las misivas enmudecen
La equidad sin paracaídas
por la sima se despeña
Con un ala rota y los visos desteñidos
las palombinas vuelan
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