Las saetas del reloj ozna-ozna

Las saetas del reloj
respetuosas seguían su itinerario
ansiando relegar las palabras
que abandonaron su viso mágico
Exasperadas por hacerse prófugas
de los semblantes que no combatían
para que el hostigamiento del tiempo
sus rasgos aniñados no borrara
Del sollozo de los bebes al sentirse
desamparados de la calidez
del claustro materno que los albergaba
De los aposentos tapizados de duelo
de silencios, de llanto quedo
Deseando desvanecerse
en las letras de los cuentos
en los trazos etéreos de los versos
en la silueta de la fragancia
que de los suspiros mana
en el sabor de las caricias almendradas
en el delirio de los trovadores
que trepan por la madreselva
para lisonjear a su amor
luceros de terciopelo azabache
calados de madera rojos de los celajes
cristales amatistas de color morado
en ellos  reflejados
quereres imperecederos
 baladas melodiosas prolongadas