Intuyendo ozna-ozna

Con paso arduo fue ascendiendo a la cúspide de  la montaña
y desde allí tomo conciencia que la candela de su existencia
aunque sintiese pena por el dolor de los que quedaban y suspirara por que así no ocurriera, nunca nada podría hacer para que su fulgor no se extinguiera; a pesar de recordarla respirar, de seguir con armonía latiendo.
Anhelando su alma por breves instantes antes de fundirse con ella
 hacer huir de la quiebra al paraje de la quimera
la onomatopeya de las efemérides, de los te quiero
de los apelativos, del cante zalamero de los sentimientos
intuyendo que allí era el lugar idóneo para esperar a conquistar lo utópico
Para rememorar, para sentir, para a cambio de nada legar todo
cumplimentados solo por conocidas alegorías, bondadosos rostros
donde no tenían cabida notas necrológicas, despertares incoloros
donde prescribían las sanciones por soñar despiertos, por estar locos
donde se daban de baja los miedos emancipando los propósitos
y así como la sal va desposada al mar los corazones por siempre tendrían como consortes la gelatina de los besos, el murmullo del viento que les conversa del revoloteo de las mariposas, del aroma y los colores de las flores, de verbos sin maquillar que los harían al amanecer despertar sin tener falta de inventarse estratagemas, premios ni castigos para hallar explicación  al sentido de la vida triste, irrisorio y misterioso

Infinitas gracias querid@s amig@s por vuestro respeto y cariño
ozna-ozna