se nutren de la ardiente sexualidad que mana de sus bocas
que como pieza de puzzle se acopla una a la otra
Los sentidos liban de aquel gozo
que cual chorro de melodía sustantiva
por su piel se va deslizando por si solo
Los suspiros vibran sobre las sábanas
Los escalofríos de placer en un frenesí de actividad se arrebujan en ellas,
para conservar de aquellos cuerpos que se abrazan con vehemencia desgarradora
su aroma
El destino que los observa para no sacarlos de su ensoñación
toma la férrea determinación, de abandonar su abstracta forma
y mudarse en vilanos de diente de león
Sin dar detalles de su misterioso jeroglífico
trasmutarse en ceniza cósmica.
ozna-ozna
