El código de la libertad
había sido engullido
por el reptil de tres cabezas
El olor pobre a podredumbre de esta
que por poseer, solo poseía riqueza
se movía a sus anchas
salpicando a todos y por todas partes
Dejando dibujada en los rostros
la expresión de hermetismo, hartazgo y tristeza
de miedo, desaliento e indiferencia
Desde la roca donde estoy sentada
veo a las gaviotas sobrevolar el mar
ofreciendo al viento resistencia
realizando filigranas en el aire
como si estuvieran emprendiendo una cruzada
contra aquel nauseabundo reptil de tres cabezas
que va escupiendo su fétido aliento
en cada rincón de la tierra
Cierro los ojos con fuerza
para que aquella imagen
de mis retinas jamás se fuera
por si un día llegara a precisarla
al sentir que me flaquea el coraje
la tenacidad y las fuerzas
Infinitas gracias entrañables amig@s por a mis humildes letras vuestro respeto y cariño
ozna ozna