Las fauces abiertas engoladas de mando
de los canallas monstruosos
no dudan en alimentarse
de las lagrimas, del sufrimiento
de la miseria y la sangre
de niños y niñas
de mujeres y hombres
Haciendo que la realidad triste y angustiosa
pese sobre estos como una losa
Que escalofríos recorran toda su espalda
Que se hundan las miradas en sus ojos
Se dibuje el desamparo, el miedo
la resignación, la impotencia
en sus rostros
Que la apatía de sus mentes se apropie
Que sus andares se encaminen
sin saber hacía donde
De desaliento el silencio se tiña
La quimera de vista se pierda
Los días sean infinitos y monótonos
Las fauces abiertas engoladas de mando
tiranas y codiciosas
con olor nauseabundo, repulsivo y pegajoso
Logran sin atrición alguna
que en las brújulas, en la educación
en la cultura y la ciencia
las malas yerbas se embrollen
Ininteligibles sean los diálogos
Que la luz del sol en una cueva se esconda
y la luna sin aliento llore
Muy triste.
ResponderEliminarBesos.
Por desgracia así es querida amiga, y lo más triste aún, que no hay modo ni manera de frenarlas.
ResponderEliminarBesinos, y cuídate mucho por favor.