Presiento que de la noche son odaliscas
las luciérnagas con sus antorchas encendidas
Que los te quiero y los besos
que por miedo no se dijeron ni se dieron
moran en el canto de sirenas
en el fondo del mar
En las raices de los árboles longevos
que en armonía escuchan llover
Que la inspiración
del aroma a azahar y a hierba buena
es invitada
Que no es por casualidad
que el silencio tenga su propio lenguaje
Que en las miradas
los sentimientos reverberen
Presiento que el niño que llevamos dentro
que en una etapa de nuestra vida
dejemos en un rincón olvidado
está esperando que a él regresemos
para restaurarlo y resolver sus misterios
como en los viejos tiempos
Siempre espera ese niño interior para abrir los ojos a la vida llenos de ilusión.
ResponderEliminarBesos.
No es por casualidad todo cuanto nos sucede. Estamos en constante crecimiento y si es de la mano con el niño interior, es una maravilla.
ResponderEliminarUn abrazo grande.
Infinitas gracias por dejar vuestra bella huella en la humilde morada de mis letras.
ResponderEliminarBesinos miles, y cuidaros mucho por favor.
ığdır
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TG3