Sin saludar ni haber aprendido arte dramático
A las alas del viento asida
llega de repente la pena descalza
sin maleta, sin hacer el menor ruido
Y ella le pregunta
"¿Hasta cuando pasearás en silencio conmigo?"
Pero no responde, y ella se queda sin saber
si están destinadas a seguir juntas
Respirando el aire del mar
echa a andar con paso firme
con rostro inexpresivo
Sus ojos luchando para que en ellos
se dibuje una leve sonrisa
Pues sabe que es el único modo
de que la esencia de la pena
en las saetillas del reloj no influya
y así las estrellas puedan seguir por estas sostenidas
Para que cada molécula de su ser
salga indemne de aquel algo indefinible
que la pena descalza trasmite
Hasta que un amanecer, esta decida
volver a adentrarse
en el laberinto de las sombras
en las estancias de los astros desnudos
en aquel lugar, entre el recuerdo y el olvido
Es un placer volver a leerte. Ojalá te acuerdes de mí, fui tu asidua lectora por mucho tiempo. Un tema mut triste pero magistralmente desarrollado como solo tú sabes hacerlo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Bellísimo poema.
ResponderEliminarInfinitas gracias por dejar vuestra hermosa huella en la humilde morada de mis letras
ResponderEliminarBesinos a raudales, y por favor cuidaros mucho