Él tomó asiento en el banco
y escrutando con fijeza el horizonte
se abandonó a la quietud del latido del mar
Y por alguna razón inentendible
su mente comenzó a evocar sin rencor alguno
aquel día en que sin él percibirlo
le fue asignado un rol sinsentido
al cual su ser sensible, romántico
poeta y mercenario
de ningún modo pertenecía
Un rol que había impregnado
su existencia de densa bruma
Hacerlo sonreír sin alegría
Rodearse de silencios hoscos, de odio
de soledad estricta
Que había dotado a su juvenil rostro
un rictus severo, crispado, huraño
desdichado, envejecido
por haber sido vetado de la belleza
de las alegrías del día a día
Apretó los párpados y lloró sin ruido
Y sintió como todo su ser se desgrajaba
de aquel invisible rol tan tupido
que le había retenido
imposibilitado para luchar por sus sueños
por su crecimiento y equilibrio
Y se sintió liviano
cuerpo y espíritu libres, flotando a la deriva
Recobrando su rostro la lozanía
Y por primera vez se sintió desesperadamente
VIVO
Infinitas gracias entrañables amigos/as por a mis humildes letras vuestro respeto y cariño
ozna ozna