Mis ojos de espectadora
se deslizaban por las paredes fatigadas de aquella casa
Paredes que desprendían olor
a malsano tedio, compacto odio
Paredes que respiraban con dificultad
por el mucho dolor y sufrimiento
de un antaño no resuelto
por agrias palabras
por enfatizados dogmas
por ser oyentes de pasos
que por temor, o dar por sentado
que no tendrían fuerzas para salir de allí
de aquella casa quedaron presos
Mis ojos recorrían las estancias
con matices a infinita apatía y remordimientos
a añeja soberbia, culpas y derrotas
a añeja soberbia, culpas y derrotas
Salí de allí antes que me devorara a mi también
Encendí un cigarrillo, y eche a andar calle abajo sin mirar atrás
con el convencimiento
que ya era demasiado tarde para ella
que ni todas las caricias de la brisa primaveral
ni todos lo poemas otoñales
podían llegar a curarla de aquella fantasmagorica soledad
a salvarla de aquel torturador y agrio silencio
Infinitas gracias entrañables amigos/as por a mis humildes letras vuestro respeto y cariño
ozna ozna