Cansado de prevenciones, recriminaciones, letanías y resacas
De escuchar su nombre en oscuros antros
En la luz decaída de tardes otoñales cargadas de nostalgia
En las letras de un poeta fracasado
Temiendo por la supervivencia de sus tintes mágicos
De que su etérea enjundia dejara de flotar en el aire
Amparado por el techo de un hipóstilo santuario
presidido por la luna menguante
El Amor se sumergió en un sueño insondable
No despertó más?
ResponderEliminarUn gran abrazo, Julia gran poeta, siempre fascinante.
Creo que es mejor que siga dormidin, hasta que llegue el día que se respete su nombre.
ResponderEliminarInfinitas gracias entrañable amiga por visitar la morada de mis letras y dejar tu huella en ella
Besinos a raudales